lunes, 12 de abril de 2010

CARLOS AGUILAR

Hoy quiero rendir tributo a una persona fundamental en la formación de mis gustos.




Veamos:
Gracias a mi familia, mis padres, amantes del cine más clásico y ortodoxo, y mis hermanos, en mi casa, el cine siempre ha sido, junto a la música, algo con lo que hemos crecido y vivido de forma natural.
Y luego estaba mi vecina de arriba (¡qué clásico, jajaja!), la madre de mi mejor amigo, "capitana general" de la "generación vídeoclub"... Capaz de disfrutar, sin pesatañear, tanto con una joya de Howard Hawks, como con una "tabla de carnicero" de Lucio Fulci, ¡y se quedaba tan tranquila! Para ella todas las pelis eran bonitas. Una persona encantadora, así como su marido e hijos, adorada por todos... Habrá entrada para ella, desde luego...

Destaco entre todos a mi hermano. Compartíamos habitación en aquellas épocas. Él, 10 años mayor que yo, en sí mismo, era una figura mítica en mis años infantes...

Años 80. La tele era una gozada, con ciclos y cineclubs gloriosos, y como he dicho antes, el videoclub era el sitio más concurrido de los lugares. Además, mi hermano escuchaba todos los días "Polvo de estrellas" del gran carlos Pumares. Era muy tarde, pero yo a veces intentaba aguantar y tal... pero mi día era realmente los Viernes, pues sí que podía escuchar algo... Y es que era un renacuajo. Hablaré de esto en su propia entrada. Sigamos con el que nos ocupa.

Sería un día cualquiera de 1987 o así. Mi tato llegó a casa portando un libro muy "gordo" y muy azul, con una minúscula foto de "Lo que el viento se llevó" en su portada. Ese "tocho" era la "Guía del Vídeo-cine" por un tal Carlos Aguilar. Lo leía y flipaba con los comentarios de las películas, pura naturalidad. Veíamos una peli en mi casa y antes, siempre, le echábamos un ojo al libro... Y es que en esa época ni existían los medios que tenemos ahora para ver ciertas cosas o commentarios...

Prácticamente un cuarto de siglo después, sigue siendo mi obra favorita, algo legendario, una perla de mi vida... Ni internet ni ostias en vinagre. Del antiguo, la primera edición quedan, literalmente, algunos trozos por ahí. Recuerdo que se caía a pedazos y seguía devorando críticas y críticas, pues el precio de las sucesivas reediciones era prohibitivo para mí. Luego ya adquirí, mejor dicho, me regalaron (mi madre para más señas) otra edición más moderna. Y por último, alguien igualmente muy cercano a mí, me obsequió con la ya llamada "Guía del cine", esta vez con muchos más datos (aunque la portada ,digamos que ya está un pelín deterioradilla, "of course"). Creo que tendré que hacerme ya con la última edición, ¿no crees?


El anecdotario y la diversión que provoca el leer las reseñas es algo insuperable. Los chascarrillos y frases hechas, son algo que se me quedaron en mi vocabulario para los siglos de los siglos. Y es que, además, coincidimos en la gran mayoría de las ocasiones, salvo excepciones, como por ejemplo, él es de "amor/odio-Jesús Franco/Mariano Ozores", y yo soy lo contrario, pero bueno, jajaja. A Carlos siempre se la refanfinflo todo a la hora de hacer la reseña, y se le notan ciertos amores y odios, como debe de ser. Nada de mantenerse al margen. Hay que poner lo que se piensa y punto.

En algunas cuantas pelis más no coincidimos tampoco mucho, no sabría decirte ahora en cuales, pero, ya te digo, algo lógico. Pero eso sí, resultó ser importantísimo y crucial en mi "educación" melómano.cinéfila (coño, me ha quedado pedantorro, pedantorro). Cuando acudí a "mi biblia" para hacerme con los títulos de la flmografía de Harryhausen (véase http://susabornaranja.blogspot.com/2007/01/ray-harryhausen.html - jajaja, como diría Carlos), aparte de conseguir mi propósito, reparé en el nombre del músico que creaba esas atmósferas que me enganchaban. Gracias a "mi biblia" y a sus elogiosas palabras, nació otro mito. Su nombre, Bernard Herrmann. Ahí empezaría mi amor por las bandas sonoras. Es alucinante comprobar la magnitud del libro de marras... Nadie hizo algo igual antes, ni nadie se ha acercado lo más mínimo a la magnitud tremenda de esta obra.

Carlos Aguilar. Él es el "culpable" de todo. Soy un mitómano absoluto, deberías de saberlo a estas alturas, así que este hombre tiene un puesto destacado en mi colección. Luego, ya he podido leer algunas cosas suyas, algunas entrevistas, gracias a la red de redes, y me parece un tipo muy parecido a mí en cuanto a apasionarse con ciertas cosas. Y es que, la gente apasionada son mi debilidad...

Me encantaría poder haber expresado todo lo que quería, pero no sé si lo he logrado. mi manía de escribir del tirón, sin preparación previa, a veces me parece injusta e incompleta. podría estar horas hablando de anécdotas, de "comments", de cosillas varias relacionadas con esto, pero bueno, a lo mejor en otro momento le pego un repasito a estos párrafos...


Eso sí, Señor Aguilar, le estaré eternamente agradecido.

4 comentarios:

Rey Nova dijo...

Bueno, estoy por leer "9 colores sangra la luna", que tiene muy buena pinta. Ya veremos.

Juan Ma dijo...

Yo hablé una vez con Aguilar y le pedí un autógrafo en la Filmo. Es un hombre encantador, modestísimo y muy divertido!

Julio dijo...

Nueve colores sangra la luna es una novela genial, te engancha al principio y ya no te suelta.

Isabela dijo...

Estoy con Julio. Nueve colores es una novela magnífica. Aunque es muy masculina, o quizá por eso. Vaya, que me encantó.