Film convincente, escrito, realizado, interpretado y estrenado (que no montado, sic) por Edward Burns, un cineasta bastante interesante que nunca me defrauda en su faceta tras las cámaras. Trata con bastante verosimilitud situaciones arquetípicas de gente a la que las relaciones personales les golpean incesantemente en su búsqueda (nuevamente la desesperación humana) del amor, o de su significado personal.
Algunos golpes de humor concreto, buenos diálogos, unas sencillas interpretaciones y una realización ágil, hacen de esta peli algo muy disfrutable.
Un poco cine "woodyallenesco", pero sin la pedantería ni los recovecos psicoanalistas de este (por fortuna).
El cartel español es horrendo, propio de cualquier comedieta descerebrada.
(Curiosidad: Me resulta todo un espectáculo que en una librería de Nueva York se pueda uno tomar un café escuchando al gran Delerue... Y tremendamente sano)
7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario