jueves, 11 de septiembre de 2014

La 8 de Valladolid o como emponzoñar un mando a distancia

En ocasiones, ocurren cosas así en mi vida. Días completamente ausentes dan paso a situaciones verdaderamente incorregibles. La charranería a mi servicio. La abulia loca y su disgusto por la televisión.

Todo esto me sucedió anoche. Las horas son aproximadas. Además bastante aproximadas.

21:05h - me dispongo a ver el partido de España contra Francia del Mundobasket. ¡Ah coño, que empieza a las diez! Joder... Me toca hacer zapping (con lo que a mí me gusta...)

21:08h - me "quedo" en La Cuatro y el "amable" y penoso "Todo va bien", donde compruebo con asombro el retorcido atuendo de Edurne... Ojo a este programa. Ojito.

21:11h - me aburro. Cambio. ¿Qué cojones pongo? Ah, vale, veamos el programa ese que hacen desde la plaza mayor durante las ferias...

(todo esto mientras "respiro unos pocos aires". NdA - "respirar aires": dícese de esos, cada vez menos habituales, momentos donde un pitillo no acaricia mi pleura.

21:12h - veo un toro mecánico. Lo montan unos niños. Caen rápido. A una le dan una bicicleta. Me parece correcto. Un bodrio absoluto, pero correcto.

21:15h - pasamos a visionar a cinco personas, de entre 20 y 30 años jalándose unas hamburguesas ¡! Resulta ser un concurso ¿? Los preguntan de qué barrio son, y todos ahí, respondiendo con el buche lleno. Ascazo.

(mi grado de aburrimiento, que ha ido aumentando segundo a segundo, llega al paroxismo)

21:19h - perrrrrrrrr, ¡Ahí está! ¡El momento cumbre!  estamos en plano general. A la derecha los cinco ansiosos estos desvergonzados (hay que ser zafio para ponerse a tragar delante de las cámaras), y a la izquierda los presentadores, que es donde se dirige la cámara... Aunque algo sucede: El chaval del medio, un veinteañero de unos 50 kilos y gafas, al que le había costado pronunciar su barrio, agacha la cabeza, y ¡zas! Papillón potorrón al suelo. Impresionante. Un chorro asqueroso cae de su boca. Lo he visto, sí. La realización, en su único momento verdaderamente hábil, se centra en los presentadores, que se callan como putas y continúan su cháchara absurda. ¡Pero, ahhhmigo, se ha visto!

21:20h - tras unos segundos completamente estupefacto, se me arranca una risotada de esas solaneras que vamos, me quedo tan ancho.

(acepto la risa como terapia ante la ponzoña televisiva que me estoy jalando)

21:21h - pasamos a una presentadora bastante feílla que, acompañada de una no menos poco agraciada señorita camuflada bajo un disfraz de ¿payaso? comienzan a explicar a cinco niños las reglas ¿! de un juego para conseguir otra bici. Y es que anoche estaban que lo tiraban.

(cada vez que el plano es general me fijo en el de la pota. Increíblemente parece seguir manducándose la hamburguesa a dos carrillos)

21:23h - empieza a llover y los críos la prueba. Consiste en dar una vuelta a unos conos de carretera (sí, unos conos, y encima apiojosados) con un globo entre las piernas. Curiosamente, una de las niñas era más pequeña que el globo en sí. Otra era otro globo. Y luego habían dos chavales que hacían medio trampa (aunque a decir verdad, lo lamentable fue ver a la payasa, cronómetro en ristre, cuasi inventándose los tiempos). La otra niña que falta no pintaba nada la pobre.

21:25h - el aguacero comienza a ser bastante serio. Las camisas de los presentadores se transparentan. Imagen en verdad insólita: niños mojándose, agua cayendo por doquier, desconcierto...

21:26h - en esas irrumpe el presentador de antes, el de las hamburguesas, y ni corto ni perezoso corta la juerga y nos manda a publicidad, textualmente ¡porque está lloviendo! Madre mía...

(y empieza la publicidad... ¡Y qué publicidad!)

21:31h - llevamos cinco minutos de anuncios. Alguno noto como que se repite... ¿o me parece a mí?

21: 35h - no, efectivamente NO me parece a mí. ¡Se repiten cual bucle!

21:36h - típicos spots (sic) caseros absolutamente casposos.

21:40h - alucinante. Catorce minutos viendo un loop anunciero. Ya no me queda capacidad de asombro. No doy más de sí.

21:41h - en pleno spot, pum, se corta y pasamos a otro bucle diferente. Increíble. Vuelven al poco los anuncios de antes, por si no nos habían dejado claro su mensaje en las 15 veces que se han visto. Pesadillesco.

21:26h - llevamos 20 minutos, ¡veinte minutazos eternos de publicidad! ¡Y lo más sangrante, un auténtico pitorreo, es que sólo salen unos 6 ó 7 anunciantes! No doy crédito.

21:49h - Volvemos (yo ya pensaba que no) al directo. Los niños aún permanecen incólumes, inasequibles al más extremo desaliento. El presentador masculino, que parece que es el que maneja el cotarrillo este, intenta disimular el entuerto con una frase antológica: "Bueno, ya estamos aquí; parece que sí, que era una nube. Ya parece que se está despejando y todo" (a esas horas vas a ver tú el despeje, sí). Nada más terminar de soltar semejante majadería empieza a caer otra vez con ganas.

21:50h - Las prisas inundan al coleguita. Hacen otra prueba a los niños totalmente arbitraria y le encasquetan la bici a un niño, que es el más espabilado. La realización ya no sabe ni para dónde tirar. Planos cortados, corridos... Empiezan a fallar los empapados micrófonos.

21:51h - El presentador, coge un cable mojado del suelo y lo enchufa al micro. Ver para creer.

21:52h - Los de las hamburguesas aún pululan por allí en espera del veredicto. Resulta ser un concurso patrocinado por el "Steak House" (¿es así?), un bar de la Viky que se ha apropiado del local donde residió durante unos cuantos años el legendario "A mi manera" y su karaoke (absolutamente mítica mi última visita en la noche del primero de Mayo... Inolvidable. Vaya tela. Quizás algún día sepas qué ocurrió.....).

21:54h - le dan el premio a un palurhypster y, hala, a correr. ¿Qué premio? Ni puta idea; sólo sé que iba en una bolsa de deporte ¡! A los otros les regalan ¡una limpieza de boca! De verdad, no te engaño. El potero (no, no me he olvidado) está más pálido que el mismísimo sistema Hoth. Pero el tío ha resistido sin ambulancia.

21:55h - con el realizador en estado de shock, y con un batiburrillo sin control, termina el programa ¡con una entrevista que no se oye! Ponzoña es poco decir.

21:57h - pongo La Cuatro. Suena "La Marsellesa". Preludio de lo que veré durante los próximos 110 minutos: otro desconcierto. Pobre Orenga... Pobre diablo. ¿Hará como el otro chupón futbolero? ¿O este tendrá dignidad e integridad al menos?

Resulta espeluznante ver la televisión local que tenemos. Aunque creo que no merecemos más. Recuerdo, fíjate, el viejo "Canal 29", hace más de 15 años, ¡que estaba mucho mejor! Incluso los programas que hacían en ferias, con retransmisiones en directo de algunos eventos (recuérdense) estaban mejor hechos que ahora.

Dejo para el final un apunte, un tiro al aire: hay una presentadora en la actual parrilla que merecería capítulo aparte. Ella y el celebérrimo Photoshop, todo es uno.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

por lo menos canal Nou fué cerrada por todo lo que se robaba y lo poco que se veía...Viendo televisión Valladolid creo que se cerrará simplemente por horrorosa...y no es culpa del dinero o medios, hoy en día se pueden hacer virguerías cuan casi cualquier cosa...creo que es desdén, la poquita gracia del Vallisoletano medio, parco y enjuto cuya única fantasía televisiva es ver hablar sobre vinos, le quedan tres telediarios a ese canal (nunca un símil se aplicó con tal acierto y buenhacer)

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=_gmrmjQD4rk

Abrimos entrevista portando una china de la rivera de Pisuerga y aducciendo su pertenencia a otro mundo...Sixto Paz en tv Valladolid...que será lo próximo? Una entrevista a Tristanbreiker mientras hace agachadillas? que cierren este canal porfavor

Dacil Cira dijo...

No se le puede pedir mucho mas a la televisión local, fiel reflejo del Vallisoletano castizo.

Anónimo dijo...

Podían hacer conexiones! aqui desde Valladolid méxico papasote!! movel el chimbote con ricahuraa!, ahí a mitad de un programa de enseñar pueblos o vinos

Anónimo dijo...

El regalo que iba dentro de la bolsa de deporte era un "kit de cuidado personal para el hombre".... toda una paradoja.