No basta con crear una atmósfera insana, una grata interpretación del gran Javier Gutiérrez, ni siquiera un arranque prometedor, para sostener un guión tan mal escrito y peor ejecutado, con referencias culturales, políticas y estéticas de todo pelaje, que lo único que hacen es ensuciar un thriller.
La historia discurre de manera harto aburrida, lenta, cansina y muy previsible. El director y co-guionista, Alberto Rodríguez (que nos obsequió recientemente con otra andaluzada aún peor: "Grupo 7"), no tiene ni la más remota idea ni de lo que es, ni de dirigir un film policiaco, más allá de regalar vacíos planos de su más que idolatrada estepa sureña. Incluso se toma la licencia de tomarnos a pitorreo y "olvidar" alguna subtrama, amén de dejar al final la más que trillada y estúpida pregunta en el aire de "¿es esto, o es lo otro? (eso son licencias que sólo los grandes de esto se podían tomar). De los personajes secundarios (y de los actores que los interpretan) mejor ni hablar.
Muy mediocre. Perfecta como espejo de la situación del cine patrio, artística y critícamente hablando.
4/10
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