Carlito Brigante, un traficante portorriqueño, sale de la cárcel dispuesto a redimirse.
Entretenimiento palomitero al servicio de dos de los más grandes divos que ha dado el cine en sus más de 120 años de existencia (basta ver el cartel de ahí arriba para comprobarlo); Penn, bastante correcto y disfrazado y, sobretodo Pacino, en unos años en los que directamente se creía la quintaesencia de la actuación. Hay que decir en su descargo que aquí está bastante comedido.
El toque femenino lo pone una deliciosamente naif Penelope Ann Miller, que resulta ser lo más estimulante de largo.
Violencia medida, ritmo adecuado, música pasable, personajes secundarios penosos y muchos baile y coca conforman los 140 minutos de la peli, eso sí mucho más recomendables que los eternos 160 de su antecesora y aburridísima "El precio del Poder". Y eso a pesar de la larguísima, estúpida y ridícula última secuencia de la película, que bien podrían haber firmado los mismísimos Oliver y Hardy. Puro e ¿inconsciente? cartoon (y es que el amigo De Palma tenía cierta predilección por el cóctel "estación-escaleras-pistolas").
6/10
Entretenimiento palomitero al servicio de dos de los más grandes divos que ha dado el cine en sus más de 120 años de existencia (basta ver el cartel de ahí arriba para comprobarlo); Penn, bastante correcto y disfrazado y, sobretodo Pacino, en unos años en los que directamente se creía la quintaesencia de la actuación. Hay que decir en su descargo que aquí está bastante comedido.
El toque femenino lo pone una deliciosamente naif Penelope Ann Miller, que resulta ser lo más estimulante de largo.
Violencia medida, ritmo adecuado, música pasable, personajes secundarios penosos y muchos baile y coca conforman los 140 minutos de la peli, eso sí mucho más recomendables que los eternos 160 de su antecesora y aburridísima "El precio del Poder". Y eso a pesar de la larguísima, estúpida y ridícula última secuencia de la película, que bien podrían haber firmado los mismísimos Oliver y Hardy. Puro e ¿inconsciente? cartoon (y es que el amigo De Palma tenía cierta predilección por el cóctel "estación-escaleras-pistolas").
6/10
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