viernes, 17 de marzo de 2017

Depeche Mode - Spirit y el (medio) Milagro

Siempre, pero siempre he considerado a Depeche Mode uno de mis grupos predilectos, y no de cara a la galería precisamente; mamé su música bajo herencia fraternal y poco después directamente me volví loco emponzoñándome de sus discos llegada la adolescencia, cuando más pura es la búsqueda de los gustos. Hablamos de más de 30 años...

Realmente pude disfrutarlos muy poquito "en vida". Cuando más me empapé fue en el periodo "Violator-Songs of faith", lo que equivale a su epitafio. El nombrado "Canciones de fe y devoción" resultó para mí un Lp realmente pobre en comparación a sus hermanos mayores y (sobretodo) medianos.

No me importó lo más mínimo. Había tal cantidad de material suyo a rebuscar y disfrutar, que un patinazo así directamente se puede obviar. Además mi melomanía intrínseca me permitía descubrir músicas de todo tipo constantemente, así que la preocupación por la actualidad depechera era más bien escasita.

En aquellos tiempos llegaban noticias de separación, de muerte anunciada.
No llegó. Y sinceramente hubiera sido lo más lógico, lo más honesto. Era el momento ideal de convertirse en leyenda, pero no lo pensaron así, y en vez de ello, los dos ¿? supervivientes de aquel desierto prefirieron mutar en zombies, en auténticos muertos vivientes.

Buena culpa de su nueva condición de esperpento la tiene la cantidad ingente de trastornados de aquí y de allá que los idolatran hasta límites catatónico-ridículos, muy capaces de besar y lamer hasta el más repulsivo esputo que lancen sus ídolos al aire. Lloraron, patalearon, necesitaban mantener viva a la momia... Y lo consiguieron. Pero, ¿a qué precio?



(Siempre mantendré, como buen esteta, que el rollo "oscuro" no pega ni con cola con el imperio incamaya, pero bueno, lo mismo da este vídeo hecho en el Cuzco, como en en la baja Sajonia o en el alto Ebro, lo mismito: están todos estos para comer aparte)

Sigo. Depeche Mode estaban acabados. Mantenían al (formidable) compositor y al (fabuloso) cantante, pero los abandonó el que convertía esos ingredientes en magia... Esta teoría la pensábamos muchos con ciertas reservas a finales de siglo... pero se confirmó poco después; a día de hoy nadie con un mínimo de criterio puede discutirlo.

Uno, dos, tres, cuatro discos... Cinco... da lo mismo. Ya no eran ni la sombra de lo que fueron. Paradójicamente, aquellos músicos que los referenciaban, los adelantaban constantemente, por izquierda, por derecha e incluso pisoteándolos. La colección de Lps y singles desde entonces es simplemente calamitosa. Imposible de creer para una gente que había editado auténticas maravillas.

Ahora bien, ellos siguieron erre que erre engordando su maltrecho ego con gigantescas giras y ediciones limitadas, sabiendo de sobras que sus acólitos les permitirían hacer cualquier cosa. No se equivocan en eso. Incluso se dieron el dudoso lujo de emprender trabajos ajenos a la banda, coronados con sonoros desastres.

Yo me pregunto ¿si en esas giras no tocasen los grandes temas de su carrera y se dedicaran a interpretar sus canciones realizadas como trío, iría alguien que no fuera un auténtico chiflado a verlos? Al fin y al cabo todos, repito por si no ha quedado claro, TODOS los que asisten a sus espectáculos lo único que esperan es escuchar efectivamente aquellas viejas canciones. Me consta (yo nunca me he dejado timar por ellos).

Arrastran igualmente algo que poseen muy pocos artistas, la atemporalidad. Muchas personas que los adoraban en sus años mozos allá por los años 80 no se han bajado aún del carro (ni lo harán), Lo más lógico es que, debido simplemente al devenir de la vida, no es que dejen de gustarte, en absoluto, pero sí que, una persona llegada a los 40, 50 ó 60 años, priorice otras cosas en lugar de disfrazarse y pegar brincos y gritos cual adolescente delante de sus ídolos. Es lo lógico; otra cosa es nadar ridículamente en el crepúsculo más embarrado... (aunque, ojo, algunos -creo- seguiremos haciendo cosas muy ridículas por los siglos de los siglos, pero en otro "orden", por supuesto).
Curiosamente, este grupo es el único yo diría que es capaz de poner a bailar por la noche a una señora o un señor vestidos de negro y maquillados como puertas, cuando esa misma mañana han estado discutiendo con sus compañeros de lo caro que está el pan y por la tarde han ido a recoger a sus hijos a las clases de kárate vestidos con sus vaqueros y sus zamarras y ya peinando muchas canas (los que pelo tengan). Es así.
Lo que también es muy cierto que las nuevas generaciones, la chavalería, no se deja enganchar así como así por Depeche, y si hubiera que numerar y porcentuar al grueso de sus seguidores estaríamos hablando, con poco riesgo de equívoco y siendo extremadamente generoso de un 80/85% de viejos depecheros y de un 15/20% de gente jovencita que los acaba de descubrir. Eso, podría parecer algo normal para un grupo con tantos años a sus espaldas... Pero, amigo, estamos hablando de un grupo electrónico, de vanguardia, precisamente de lo que llevan careciendo alarmantemente desde antes que naciera ese 15%...
.....

Pero... ¡Oh, Milagro!
Le he echado una escucha al último Lp, recién estrenado (una de tantas y tantas referencias al que le echo un oído en busca de alguna joya musical actual, que las hay, y muchas, muchísimas por fortuna), y lo que me ha sucedido no me saca de mi propio asombro:



¡Una canción de Depeche Mode que me gusta! Algo realmente increíble para mí. Pero así es, y me gusta mucho. Es una especie de híbrido "pseudokraut"entre algunos toques pinkfloydianos de la última etapa, y el Jean Michel Jarre del "Oxigene" o "Equinoxe".
Por algún extraño choque de costelaciones se ha conseguido algo como esto. Y, ¡agárrate!, el compositor del tema en cuestión no es Gore, sino Dave Gahan. No doy crédito... El tío siempre ha cantado muy bien; y aún hoy tiene una voz portentosa, como ya pude comprobar en aquella fantástica colaboración con "Soulsavers", comprensible y acertadamente alejada de los estúpidos parámetros en los que se desenvuelve en la banda.

Ahora bien, hay que decir que es una canción que no suena absolutamente nada a DM. Suena como cualquier grupo con tintes electrónicos oscuros de los que hay a patadas, probablemente por la mano que ha metido el productor del Lp, un tipo que ha hecho esto cientos de veces. No suena fresco, ni original, ni depechero, pero aún así es una canción chulísima. Me quito el sombrero.

Sombrero que me tengo que volver a poner de inmediato cuando contemplo el resto del album (que es lo mismo que decir todo). Lo esperado, un auténtico bodrio. No hay por donde cogerlo. La salida de esta canción no redime en absoluto su condición de banda inaceptable.

Quizás algún día se sacudan el engaño y se dediquen a ser lo que mejor se les daría ser de cara a su futuro: una banda remember, dispuesta a complacer a la gente con la interpretación íntegra de sus grandiosos clásicos, olvidándose de todas las patrañas que llevan haciendo en el último cuarto de siglo... Aunque me da que no, y este año volveremos a contemplar al amigo David Gahan contorneándose sobre un escenario creyendo ser un veinteañero, cuando tiene las pieles más colgantes que los jardines babilónicos. Y los que quedan...

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