Juan Manuel De Prada con Jorge Sanz... y Oscar Wilde

Recuerdo a este tipo codeándose con Garci en el legendario "¡Qué grande es el cine!" en La2 hace ya unos añitos, y ¡no lo aguantaba! El tío tendría poco más de 25 años, pero su viejez era palpable. Típico niño viejo sobrado, pero además en grado superlativo.

Bien, con el paso de los años y de sus canas, Juanma Prada pasó la gruesa línea que separa mi asco de mi cariño (un cliente la ha atravesado recientemente; de tan palizas y bartolo que es, he pasado del insulto y el cabreo al humor y la entrañablez).
Sus expresiones son tan rebuscadas, tan poéticas, y su aspecto tan "simpático", que, unidos a su intrínseca mas soterrada ironía, han conseguido lo impensable en mí.

Eso sí, el punto culminante, su confirmación, el bautismo en mi "selecta" lista de invitados humorísticos, se dio en esa obra maestra televisiva que es "¿Qué fue de Jorge Sanz?", donde el orondo mercachifle de la verborrea brinda uno de los cameos más geniales de la historia del medio (y de los medios).



Como dijo Oscar Wilde: "No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo."

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